Introducción al criptoarte, lo que debo saber antes de crear mi primer NFT

Antes de introducir qué es el criptoarte, conviene dar un paso atrás. 

El modo de entender el arte antes de los NFTs 

En mis inicios profesionales tuve la suerte de trabajar en una Fundación en Mallorca que además exponía obras de arte y organizaba concursos internacionales de pintura. Conocí a marchantes, críticos de arte y sobre todo a muchos artistas. Fueron años intensos y me permitió conocer como funcionaba este mundillo en la Isla.

En el mundo físico, ¿Qué es lo que da valor a una obra de arte? y ¿Qué hace que se paguen millones de euros por ella?. 

Por simplificarlo un poco, una obra de valor es la suma de tres elementos: 

  1. La firma del artista. Es cierto que cuanto más conocido es, más valor alcanza la obra. 
  2. La validación por parte de “expertos” en que se trata de una obra de valor.
  3. Y la más interesante de cara a los cripto artistas: el historial de las personas que han poseído la obra.

Durante el proceso de venta de una obra se tienen en cuenta estos 3 elementos pero además encontramos una serie de intermediarios que son los que ayudan a dar valor a la obra y sobre todo venderla al mejor postor. 

Esos intermediarios también los podemos conocer como marchantes de arte, que habitualmente se suelen llevar una jugosa comisión por su trabajo en la compra/venta de arte. Aquí no entramos a cuestionar si esa comisión es adecuada ya que muchas veces un buen marchante es el que ayuda a dar valor a los artistas y a ponerlos en contacto con los coleccionistas, muchos de ellos, además, son auténticos expertos o entendidos en arte por su larga trayectoria profesional. 

Entendiendo todos estos elementos básicos, vamos a empezar a definir qué es el criptoarte.

El criptoarte es una nueva forma de coleccionar obras de arte, que en muchos casos pasan del mundo físico al digital pero que también pueden ser creadas directamente en el ámbito digital.

Podemos incluir archivos digitales, vídeos, canciones, ebooks, un simple tweet y un amplio abanico de cosas.

Estos “archivos digitales” serán convertidos en lo que llamamos “NFT” (Non Fungible Token) o Activo no fungibles, una especie de certificado digital que nos permite entre otras cosas acreditar la autenticidad de la obra digital pero también incluye un detallado histórico de la trayectoria de está obra en el ámbito digital: autor, fecha de creación, contenidos adicionales o descriptivos de la obra, las veces que se ha vendido y por supuesto su valor actual. Los NFTs se almacenan en el llamado blockchain (más abajo explico lo qué es). 

El poder disponer de esta información es un paso muy positivo de cara a conocer el origen y la autenticidad de la obra, también, es relativamente fácil formar parte de este mercado por tanto no hará falta depender de terceros (marchantes) y podemos marcar de forma fija (lo explicaré mejor más adelante) una comisión por cada vez que se venda nuestra obra.

Tras varios meses de analizar el mercado y formar parte de él, por desgracia no hemos evolucionado tanto como nos pensamos. Es cierto que todos podemos formar parte de este mundo de forma más o menos fácil y con una inversión mínima, pero volverán a ganar los mismos salvo contadas excepciones. Aquellos que mejor se vendan (marketing) o ya tengan relevancia en el mundo físico (famosos, influencers, artistas consagrados…) podrán alcanzar cifras de ventas importantes. Y como en el mundo real, pero quizás aquí de forma más acentuada debido a la brecha digital, existen personas que se dedican a especular con las obras y por descontado, numerosas estafas que nos obligarán a tomar muchas precauciones.

Por tanto, quien firma la obra sigue siendo importante, y lo que digan los expertos seguirá teniendo peso. 

Aún así, estamos ante una oportunidad única de darnos a conocer, de depender de nosotros mismos y si sabemos movernos/vendernos (marketing), quizás podamos llegar a tener ganancias. Lo difícil será conseguir la primera venta. 

Gracias al blockchain a partir de la primera venta tenemos un registro inalterable que incluye el nombre del autor, toda la información que hayamos querido poner de nuestra obra, las fechas de los cambios sobre esa obra y el registro de toda la compraventa de la obra junto a los anteriores propietarios. 

2021 fue el año del boom de los NFTs y los que lo supieron aprovechar hicieron un buen negocio,  pero 2022 fue el año de la sobreexposición, millones de NFTs se creaban cada día, con unos precios de venta sin el más mínimo criterio y donde las estafas camparon a sus anchas. Además no éramos capaces distinguir la calidad y entre tanto humo, fue difícil encontrar a artistas nuevos realmente relevantes.

En 2023 la burbuja explotó y mucho del dinero acumulado se desvaneció, las criptomonedas se devaluaron, especialmente el Ethereum que fue una de las principales beneficiadas en 2021. Mucha gente perdió su dinero o eran poseedoras de obras de nulo valor.

Entonces, ¿vale la pena ven ahora crear y/o vender NFTs?, pues como he comentado al inicio del artículo, los artistas ya consagrados o aquellos que tenga un buen "marchante" o sepan vender su arte, tendrán una oportunidad pero a medio/largo plazo. 

Los que realmente buscamos esta forma de arte para darnos a conocer, posiblemente perdamos el tiempo aunque  a base de constancia, promoción (marketing otra vez) y por supuesto obras o contenido de calidad, quizás podamos ser reconocidos y llegar a ganar dinero. Lamentablemente ahora hay mucha basura y sobre todo desconfianza, gracias sobre todo a la ambición de algunos pocos que vieron en este mundillo dinero fácil.

Lo mejor es empezar un camino, y un camino por etapas, donde prime la calidad de la obra y el contenido que podamos aportar de la misma. Paralelamente darle difusión a través de canales propios y empezar por abajo, consolidarnos a nivel local para ir creciendo a nivel nacional, darse a conocer poco a poco. No centrarnos en uno mismo, aportar a la comunidad y en definitiva disfrutar del paseo.

Conceptos a retener antes de crear mi primer NFT

¿Qué es un NFT?:

NFT, siglas de token no fungible. Tecnología basada en 'blockchain' que garantiza la autenticidad de un archivo en formato digital y quién es su propietario. 

En este artículo de NFTesp se explica perfectamente: https://www.nftesp.com/post/nfts-todo-lo-que-necesitas-saber 

Diferencia entre activo o token, fungible y no fungible  

Un token fungible es algo que puede intercambiarse fácilmente. Un billete de 20 euros puede intercambiarse por dos de 10 y tendrán el mismo valor. En este caso las criptomonedas son activos fungibles. 

Un token no fungible (NFT), tiene propiedades únicas que lo diferencian del resto. Son irrepetibles y no se pueden dividir. Son certificados digitales de autenticidad, que se verifican a través de Blockchain y pueden venderse en el mundo digital. Puede ser cualquier objeto digital: imágenes en sus diferentes formatos, videos, mejoras de personajes para videojuegos, cromos de béisbol,... e incluso representaciones de bienes físicos como un árbol o un teléfono.

¿Qué es la red blockchain o cadena de bloques?

Esta red permite registrar transacciones y rastrear un activo dentro de ella sin necesidad de intermediarios (una de las ventajas mencionadas). Existen millones de equipos que conforman esta red distribuidos por todo el mundo. Se encargan de autenticar y validar todas las transacciones derivadas de un activo, cada registro es un bloque que se suma a la cadena y que conforman el árbol genealógico de ese activo. Una blockchain permite generar historiales completos de compra y venta de objetos digitales.


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